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Terapia de Pow

 No sé si alguien comprará esta propuesta pero la pongo sobre la mesa y la llamaré, también, terapia. Armé un porro finito, me negué a compartirlo con Mayco, y me lo fumé a solas, escuchando a Matías Colombatti en Gelatina. Hoy, curiosamente, había subido un short que se titulaba "El Potro enfrenta a..." Y el corrector de mi teclado, retecleó: "El Porro enfrenta a...". Nos avisaron por Instagram, un youtuber había visto el titulo, etc. Me dió risa y ansias imaginarme las caras del otro lado de la pantalla. Risa, llanto.  Me envuelvo con una frazada, le mandé un video a Lucía explicandole cuanto necesito ir a ver la ropa que tiene para desechar. Me quedé con poca ropa, muy finita para el recién llegado frío y en este momento solo este buzo manchado con salsa, mi único abrigo "limpio".  No todxs podrán sentarse en una mesa de vidrio con un ventanal al mar, fumarse un porro finito y desestrujar algunas partes de sí mismxs. Pero si pueden crear un espacio pare

Quizás el origen de mi fobia a las babosas

           Esto es extraño. O veo el futuro, o te estoy invitando a ser parte de mi mente. ¿Por qué ya puedo dibujar tus respuestas? ¿Es que sos previsible o que también quiero tenerte bajo mi control? Esta semana atravesé fuertes procesos, coincidió con el temporal, así que llovía fuera todo lo que sacudía en mí adentro.  ¿Te interesa que te cuente lo que pienso de las sustancias y nuestra química? Porque lo que estoy atravesando se parece a un canal que se va rompiendo, donde se van abriendo capas - la sensación me lleva incluso hasta algo membranoso - pero es que es algo así, como la serpiente cuando cambia la piel y deja tras de sí algo muerto. No quiero que me malinterpretes, no soy fan de las drogas, solo que a estas sustancias yo no las llamo drogas, para mí son herramientas.            Me imaginé empezando la próxima sesión de esta manera. La base de todas mis nuevas honestidades era para mí consecuencia de esta reacción química: el tratamiento. El tratamiento no es sugerencia

Sobre las instituciones II

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 Revelación de martes: por qué defiendo tanto la institucionalidad. Alerta. Este texto tiene un carácter político trascendental a casi todos los espacios de la vida. De hecho el punto de partida de esta reflexión es en el marco de un deporte de contacto, individual.  Pero es  que hubo algo en el relato de Stella que me llevó a pararme dónde estaba ella. Ella veía un estadio de luces y muchísimos asientos que se habían llenado ese día para ir a verla. Ella sentía los gritos, la música, el suelo, con la sensación de quién entra por primera vez al mar. Es una experiencia fascinante. De shock. Con muchísimas simbiosis colectivas, sucediendo, en su dirección. Ella veía un núcleo madre, WOW, que emanaba todo eso. Eso era WOW. Ese día, WOW estaba en el momento más vivo de su vida. Cada numerado era su momento más vivo, era el momento en el que todo se montaba y todas las luces se ponían en marcha.  Empaticé con la emoción de su voz, con su piel erizada. Y al fin entré en la piel de un plomo.

Estoy a punto de trazar una línea recta.

 Estoy a punto de trazar una línea recta, y terminarla con medio triangulo, que señale que el tiempo sigue hacia el frente, incierto, distante,  también pequeño. Que si algo triunfo y es hito, es palito perpendicular a mi línea principal, fue importante y marcó un antes o un después. Haya sido bueno,  o haya sido malo.  Estoy a punto de trazar la linea recta que puede empezar una verborrágia sin fin,  un camino de izquierdas, derechas, pantanos y arcoiris  con el siempre atisbo final de algo que se parezca  a un hogar.